📅 16/04/2025
Mateo 26, 14-25
✨ ¿Te han traicionado alguna vez? Jesús también lo vivió. Hoy, este Evangelio nos invita a orar desde el dolor de la traición, descubriendo que en medio del abandono, Dios permanece fiel. Deja que tu corazón se refugie en Él.
🌼 Haz una pausa. Inhala profundamente. Deja que cada respiración te acerque al Corazón de Dios. Suelta preocupaciones, miedos, juicios. Este es tu momento con el Señor. Silencia tu interior… y permite que la Palabra hable con poder.
📌Judas vende a Jesús por treinta monedas y anuncia su traición.
✨ FRAGMENTO DE “YO SOY” – Concepción Cabrera de Armida “Ponte la mano en el pecho y piensa cómo has hecho traición a la verdad y te ha faltado valor para confesar mi Nombre. Que ya no sea así, antes morir mil veces que mentir, y siempre gloriarte de ser mi discípulo.” — Yo Soy
🙏 Trinidad Santísima, te invocamos con humildad. Padre, que nos amas desde siempre; Hijo, que diste la vida por nosotros; Espíritu Santo, fuego que transforma. Ilumina esta oración. Abre nuestra alma a tu verdad, consuélanos con tu presencia. Amén.
Evangelio según San Mateo 26, 14-25 (Biblia de Jerusalén) 14 Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes 15 y les dijo: «¿Qué me daréis, si os lo entrego?» Ellos le asignaron treinta monedas de plata. 16 Desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarlo. 17 El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer la Pascua?» 18 Él respondió: «Id a la ciudad, a casa de cierto hombre, y decidle: “El Maestro dice: Mi tiempo está cerca, en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos.”» 19 Los discípulos hicieron como Jesús les había mandado y prepararon la Pascua. 20 Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. 21 Y mientras comían, dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará.» 22 Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno tras otro: «¿Acaso soy yo, Señor?» 23 Él respondió: «El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará. 24 El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! Más le valdría a ese hombre no haber nacido.» 25 Judas, el que iba a entregarle, preguntó: «¿Soy yo acaso, Rabbí?» Dícele: «Tú lo has dicho.»
Jesús, en su última cena con los discípulos, revela que será traicionado por uno de los suyos. Este pasaje ocurre en el umbral de la pasión y expone no solo la traición de Judas, sino también el conocimiento amoroso de Jesús, que acepta su destino por amor a la humanidad. 🕊️ Este Evangelio nos confronta con uno de los dolores más profundos: la traición. Judas, uno de los doce, aquel que comía en la mesa del Maestro, vende a Jesús por treinta monedas. Pero más allá del acto en sí, lo que sorprende es la actitud de Jesús: no lo expone, no lo condena públicamente, sino que le responde con verdad y libertad: "Tú lo has dicho". Aquí se revela el misterio del amor de Dios: incluso ante la traición, mantiene su compasión. Jesús no reacciona con odio ni juicio, sino con una claridad que nace del amor más puro. Esta escena también nos invita a mirarnos a nosotros mismos. ¿En cuántas ocasiones traicionamos a Jesús por miedo, comodidad, pecado o tibieza? ¿Cuántas veces preguntamos como Judas: "¿Soy yo, Señor?" sin querer escuchar la respuesta? El Magisterio enseña que la Eucaristía es memorial del sacrificio de Cristo, donde se hace presente su entrega total (Catecismo, n. 1366). Jesús celebra la Pascua sabiendo que será entregado, y aún así lo hace con amor. Esta fidelidad nos invita a imitarle: a permanecer fieles incluso cuando somos heridos.
❤️ – ORACIÓN PERSONAL Señor, este Evangelio me duele. Me veo reflejado en Judas cada vez que dudo de ti, cuando te traiciono por cosas pequeñas, por miedo al qué dirán, por no defender tu verdad. A veces, como los discípulos, pregunto "¿soy yo, Señor?" sin querer enfrentarme a la verdad. Pero tú no respondes con desprecio, sino con amor. Me miras con compasión, como miraste a Judas. Me invitas a la conversión, a no tener miedo de reconocer mis traiciones, para que puedan convertirse en perdón. Te pido, Jesús, que me des la gracia de la fidelidad. Que no tenga miedo de ser tu discípulo en el mundo, aunque eso implique incomodidad o cruz. Que aprenda de ti a amar incluso en medio de la traición, y que tu Eucaristía transforme mi corazón en uno nuevo, capaz de perdonar, de esperar y de amar como tú.
🌟 Haz silencio. Deja que la escena del Evangelio habite en ti. Jesús, sabiendo que será entregado, sigue amando. Contempla esa mirada que conoce todo y aún así perdona. Quédate con Él, sin palabras… solo amor.
📝 Hoy me comprometo a: Identificar mis talentos: anotar al menos tres dones que he recibido de Dios. Ponerlos al servicio: buscar una manera concreta de usar uno de esos talentos para ayudar a alguien esta semana. Superar el miedo: dar un paso que normalmente evitaría por inseguridad, confiando en que Dios me sostiene. Orar diariamente: por luz para descubrir cómo ser útil al Reino desde donde estoy.
🙌 Por todos los que sufren la traición de un ser querido, que encuentren consuelo en Jesús. Por los consagrados y sacerdotes, para que vivan con fidelidad su vocación. Por los que se sienten indignos del perdón, que descubran la misericordia infinita de Dios. Por la Iglesia, para que se mantenga firme en la verdad en medio de la persecución. Por nosotros, para que seamos discípulos leales de Jesús en cada circunstancia.
✨ Gracias, Jesús, porque conoces mi corazón y aún así no me abandonas. Gracias por amar hasta el extremo, por darme tu cuerpo en la Eucaristía. Hoy quiero responder a tu amor con fidelidad. Padre Nuestro… 🌹 CONSAGRACIÓN FINAL A LA VIRGEN MARÍA Madre del Dolor, tú que estuviste junto a tu Hijo traicionado y condenado, enséñame a permanecer firme en la fe. Te consagro mi corazón. Dios te salve, María…
El pasaje de Mateo 26, 14-25 marca el inicio del clímax del Evangelio: la pasión. Es un texto cargado de tensión espiritual. Judas representa la libertad humana mal orientada. Jesús, el Siervo sufriente, revela aquí el cumplimiento del designio divino: la redención por medio del amor entregado. Mateo enfatiza que Jesús está plenamente consciente de su destino. La expresión “Mi tiempo está cerca” (v.18) conecta con la hora de la Pascua, figura del sacrificio definitivo. La traición es un cumplimiento de la Escritura (cf. Sal 41, 10), y, sin embargo, Jesús no la evita. Esto muestra la soberanía de su amor y su entrega voluntaria. El gesto de Judas, al preguntar “¿Soy yo acaso?”, revela hipocresía. Jesús le responde con una afirmación velada: “Tú lo has dicho”, expresión típica del hebraísmo que confirma sin acusar públicamente. La escena enseña que hasta el más cercano puede fallar, pero también que el amor de Dios es más grande que cualquier traición. La liturgia del Jueves Santo recoge este momento como parte de la Institución de la Eucaristía, donde se mezcla la traición con el don de la entrega. Esto nos lleva a vivir la Pascua no desde la culpa, sino desde la reconciliación y el amor fiel.