Lectio Divina Juan 21, 1-14

📅 25/04/2025

📜 Evangelio del Día

Juan 21, 1-14

✨ Motivación

Hoy, Jesús quiere encontrarte en lo cotidiano: en tu trabajo, en tus luchas, en tu cansancio. ¿Estás dispuesto a reconocerlo cuando se acerque? Esta Lectio es para ti que pides dirección, esperanza o luz en medio de tu incertidumbre.

📖 Introducción

Respira profundo tres veces. Siente tu cuerpo y alma descansar. Cierra los ojos y repite suavemente: "Habla, Señor, que tu siervo escucha." Permite que el silencio abra espacio a la presencia de Dios.

📝 Descripción

Jesús resucitado se aparece a sus discípulos y realiza una pesca milagrosa.

💬 Cita Yo Soy

✨ Fragmento inspirador de Yo Soy "Mira que estoy a la orilla del lago de tu alma, esperando que salgas de tus redes vacías. Llama mi nombre y verás que los peces acuden, no por ti, sino por Mí. No temas, que he resucitado para mostrarte que tu esfuerzo, conmigo, tiene sentido." — Concepción Cabrera de Armida, “Yo Soy”​

🙏 Oración Inicial

Santísima Trinidad, misterio de amor eterno, te invoco en este momento sagrado. Abre mis ojos a tu Palabra, mis oídos a tu voz, y mi corazón a tu voluntad. Que este encuentro con Jesús Resucitado me transforme desde lo profundo. Amén.

📖 Lectio

📖 Evangelio según San Juan 21, 1-14 (Biblia de Jerusalén) Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Y se manifestó de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos suyos. Les dice Simón Pedro: "Voy a pescar." Le contestan: "Vamos también nosotros contigo." Salieron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amaneció, se presentó Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Díceles Jesús: "Muchachos, ¿no tenéis pescado?" Le contestaron: "No." Él les dijo: "Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis." La echaron, y no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: "¡Es el Señor!" Al oír que era el Señor, Simón Pedro se ciñó la túnica —pues estaba desnudo— y se lanzó al mar. Los otros discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces, pues no distaban de tierra más que unos doscientos codos. Al bajar a tierra, ven unas brasas puestas, y un pez sobre ellas y pan. Jesús les dice: "Traed algunos de los peces que acabáis de pescar." Subió Simón Pedro y arrastró la red a tierra, llena de ciento cincuenta y tres peces grandes. Y, aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: "Venid y comed." Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: "¿Quién eres tú?", sabiendo que era el Señor. Viene Jesús, toma el pan y se lo da; y lo mismo el pescado. Ésta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

🧘 Meditatio

Este pasaje de Juan está cargado de simbolismo pascual. El mar representa el mundo; la pesca, la misión; y la barca, la comunidad eclesial. Pedro vuelve a su antigua labor, como si intentara entender su vocación tras el dolor de la negación. Sin embargo, Jesús no lo reprende, sino que se manifiesta con ternura y poder. La pesca milagrosa —como en el inicio del Evangelio— revela que la eficacia en la misión no depende de la pericia humana, sino de la obediencia a Cristo. El número simbólico de 153 peces (una cifra triangular) representa la universalidad de los llamados a la Iglesia. La red no se rompe: signo de la unidad en la diversidad. La comida con Jesús resucitado, sobre brasas y con pan y pescado, evoca la Eucaristía. Es un acto de comunión, intimidad y reconocimiento. Él no solo provee alimento físico, sino también espiritual. El detalle del fuego encendido remite a la caridad ardiente que brota del corazón de Cristo. Este Evangelio nos recuerda que, incluso cuando no vemos a Jesús, Él nos guía desde la orilla. Nos llama, nos provee y nos espera con amor.

🙌 Oratio

Oración personal Señor Jesús, cuánto me parezco a Pedro. Cuántas veces vuelvo a lo de antes, como si tu resurrección aún no transformara mis días. Pero ahí estás Tú, en la orilla de mi alma, esperando con amor. Hoy escucho tu voz: “Echa la red a la derecha”. Me pides fe cuando todo parece inútil. Me pides obediencia incluso cuando el cansancio me pesa. Hoy quiero confiar, aunque mis redes estén vacías. Gracias por buscarme sin reproche. Gracias por tu fuego, por tu pan, por tu mirada. Tú me reconoces cuando mi corazón arde al oír tu voz. Hazme capaz de lanzarme nuevamente, pero contigo en el horizonte. Dame el valor para volver a amarte, seguirte y anunciarte. Amén.

🕊️ Contemplatio

Permanece en silencio unos minutos. Imagina a Jesús en la orilla, esperándote con un fuego encendido y pan caliente. Déjate mirar por Él. No digas nada. Solo contempla su amor.

🤝 Compromiso

Hoy me comprometo a reconocer la presencia de Jesús en lo pequeño: en mi trabajo, en mi familia, en lo cotidiano. Si algo no da fruto, preguntaré: “¿Señor, me estás esperando en otro lado?” Buscaré la comunión: con la Eucaristía, con mi comunidad, con mi familia. No pescaré solo. Buscaré la unidad, porque la red no se rompe cuando es tejida por el amor. Y, como Pedro, responderé al amor con entrega: no perfecta, pero sí sincera.

📢 Peticiones

Por quienes se sienten inútiles o fracasados: que escuchen la voz de Jesús alentándolos. Por los sacerdotes y misioneros: que actúen siempre según la Palabra de Cristo. Por los hogares rotos: que encuentren en Jesús la unidad y el pan compartido. Por los que están lejos de la fe: que Jesús se les manifieste en lo cotidiano. Por mí: para que viva este día con fe, alegría y confianza en el Resucitado.

🛐 Oración de Consagración

Gracias, Señor, por hacerte presente en mi vida cuando menos lo espero. Gracias por tu paciencia, tu generosidad y tu amor. Hoy sé que mi historia, contigo, tiene esperanza. Padre Nuestro... 🌹 María, Madre del Resucitado, acompáñame a reconocer a tu Hijo en cada instante. Ayúdame a decir "sí" como tú. Consagro mi día, mi fe y mi misión a tu Inmaculado Corazón. Dios te salve, María...

📖 Hermenéutica

El capítulo 21 de Juan actúa como un epílogo del Evangelio, rescatando elementos fundacionales (pesca, llamada, banquete) y reconfigurándolos desde la perspectiva de la resurrección. Se unen así dos grandes temáticas: la revelación de Jesús como el Señor glorificado y la restauración de Pedro como pastor del nuevo pueblo de Dios. Desde la exégesis, la figura de Pedro es central. Su acción de lanzarse al agua es símbolo de conversión y reconciliación. El banquete sobre brasas —donde anteriormente negó a Jesús— ahora es el lugar donde lo volverá a confesar. El gesto de contar los peces y no romper la red enfatiza la catolicidad de la Iglesia: integra a todos sin perder unidad. Desde la hermenéutica existencial, este texto nos habla del acompañamiento constante de Cristo resucitado en nuestra historia, incluso en nuestros fracasos. El texto, como afirma Croatto, se actualiza desde nuestra vida, produciendo nuevos sentidos conforme a nuestro contexto vital​Croatto, J. S., Hermené…. Y como Schökel sostiene, es la Palabra que interpela y transforma a quienes la leen desde una comunidad creyente .

🎥 Video Reflexión