📅 01/05/2025
Juan 3, 31-36
En este día, el Señor nos invita a abrirnos a la revelación de su amor, a acoger la fe como don divino que transforma nuestro modo de vivir. Que esta oración nos lleve a lo alto, donde Él nos espera.
Dejemos que el Espíritu de Dios nos envuelva en este momento. Cierra los ojos, respira profundo y despójate de todo ruido interno. Hoy, la Palabra quiere hablarnos directamente al corazón. Pide la luz del Espíritu para comprender lo que el cielo quiere revelarte.
Jesús habla de su origen celestial y del don del Espíritu sin medida.
✨ Fragmento inspirador de “Yo Soy” (Concepción Cabrera de Armida) “Yo soy la Verdad. Tú no me comprenderás nunca si no tienes un alma pura, si no tienes fe. La verdad es luz; la luz es claridad; y la claridad necesita de la sencillez, del desasimiento y del amor para que el alma la reciba.”
Dios Padre, Creador del cielo y de la tierra, te alabamos por habernos enviado a tu Hijo. Jesús, Verbo eterno, tú que vienes de lo alto, muéstranos la verdad que nos salva. Espíritu Santo, aliento divino, derrama en nosotros tu gracia sin medida. Conduce esta oración hacia lo profundo de tu misterio. Amén.
📖 Lectura del Evangelio (Juan 3, 31-36) El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra, pertenece a la tierra y habla según la tierra. El que viene del cielo da testimonio de lo que ha visto y oído, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, ya que Dios da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que se niega a creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
Este pasaje pertenece al testimonio final de Juan el Bautista, quien reconoce la supremacía de Jesús como el Enviado celestial. Aquí se revela el fundamento de la fe cristiana: aceptar al Hijo es entrar en la vida eterna. 🕊️ En este texto, el evangelista Juan nos ofrece una visión vertical de Cristo: Él viene de lo alto. A diferencia de los hombres terrenos, que sólo pueden hablar desde lo limitado, Jesús da testimonio de lo eterno. Esta afirmación implica una separación radical entre la sabiduría humana y la revelación divina. El Comentario Bíblico San Jerónimo destaca que el rechazo al testimonio de Jesús es una expresión de incredulidad profunda. No se trata de una mera omisión, sino de una ruptura con la verdad misma. En cambio, quien cree, entra ya en la vida eterna porque acoge al Hijo como enviado definitivo del PadrePCB, La interpertación …. Juan recalca que Jesús no habla por su cuenta, sino que transmite lo que ha oído del Padre. Este testimonio tiene el sello de veracidad porque está lleno del Espíritu sin medida, imagen que señala la plenitud absoluta de la acción divina en Cristo. Para los Padres de la Iglesia, esta expresión es prueba de la divinidad del Hijo, pues solo Dios puede actuar con tal plenitud. Finalmente, se declara que el Padre ha puesto “todo en su mano”: una referencia anticipada a la autoridad de Cristo resucitado, fundamento del juicio final, pero también de la salvación. La fe no es solo adhesión intelectual: es entrega a la verdad que transforma la vida.
Oración personal Señor Jesús, que vienes de lo alto, hazme comprender tu testimonio con corazón humilde. Que no cierre mis oídos ni endurezca mi mente. Dame la gracia de acoger tu Palabra como verdad que salva. Ayúdame a vivir como hijo de la luz, y no desde la tierra. Que mi fe no sea de palabras, sino de obediencia. Tú que das el Espíritu sin medida, inunda mi ser de tu presencia. Quiero creer en ti, abrazarte como mi vida eterna. Amén.
Haz silencio. Permite que la verdad de Jesús te llene desde dentro. Imagina al Hijo elevándose desde lo alto hacia tu alma. Acógelo sin palabras. Solo fe, solo presencia, solo amor.
Hoy me comprometo a hablar de Jesús como verdad viva a una persona cercana. Haré un gesto concreto de fe: compartir este Evangelio o escribir mi testimonio de conversión.
Por quienes buscan la verdad, para que encuentren en Cristo la respuesta eterna. Por los que dudan de la fe, para que el Espíritu los ilumine. Por la Iglesia, para que sea fiel transmisora del testimonio de Cristo. Por nuestras familias, para que vivan en la luz del Evangelio. Por los que viven alejados de Dios, para que el amor del Padre los atraiga.
Gracias, Señor, por revelarte a través de tu Palabra. Gracias por llamarnos a una fe viva, que transforma. Gracias por tu Espíritu, que no conoce medida. Gracias por abrirnos la puerta a la vida eterna. Confiados en tu amor, rezamos juntos: Padre Nuestro... 🌹 María, Madre de la Verdad y del Verbo encarnado, acoge nuestro deseo de conocer y vivir la voluntad de tu Hijo. Llévanos siempre a Jesús. Dios te salve, María…
El pasaje de Juan 3, 31-36 articula de forma clara el carácter trascendente de la persona de Jesús. Su origen "de lo alto" implica que su autoridad no depende de tradición ni institución humana, sino que procede directamente del Padre. El testimonio que Jesús da es un testimonio recibido de lo eterno, y esto contrasta con la visión limitada de los hombres "de la tierra". Según la Pontificia Comisión Bíblica, es esencial leer estos textos desde el "misterio de la Encarnación": la Palabra divina hecha carne, que habla con autoridad no prestada, sino plenaPCB, La interpertación …. Su testimonio no es una opinión: es verdad revelada. La hermenéutica de Croatto sugiere que todo texto bíblico tiene una "reserva de sentido" que emerge cuando se lo lee desde la vida. Desde ahí, el mensaje se vuelve actual y transformadorCroatto, J. S., Hermené…. En esta lectura, la invitación a creer en el Hijo no es un llamado dogmático, sino vital: quien cree, vive. Luis Alonso Schökel nos recuerda que interpretar un texto sagrado no es simplemente comprender su lenguaje, sino abrirse a su intencionalidad divina. En este caso, Juan nos invita a ver la fe como vínculo de salvación y a Cristo como mediador absoluto de esa graciaSchokel, L. A., Apuntes….