Lectio Divina Juan 8, 1-11

📅 06/04/2025

📜 Evangelio del Día

Juan 8, 1-11

✨ Motivación

📝 ¿Te sientes juzgado, cargando con errores del pasado? Jesús no te condena, te ofrece perdón y vida nueva. Hoy, su mirada misericordiosa te llama a comenzar de nuevo, libre y amado.

📖 Introducción

🌼 Cierra los ojos. Respira lento y profundo. Inhala paz, exhala ruido. Coloca tus pensamientos en manos de Dios. Que tu corazón se abra como tierra fértil a su Palabra. Estás en su presencia. Silencio. Dios te habla.

📝 Descripción

Una mujer es sorprendida en adulterio; Jesús la perdona y llama a la conversión.

💬 Cita Yo Soy

✨ Fragmento inspirador de Yo Soy – Concepción Cabrera de Armida “La Creación, la Redención, la Comunión, son pruebas de que Yo soy Amor, siempre he sido y jamás dejaré de ser Amor. (…) ¡Dios te tocaba, te rodeaba, pero tú no podías acercártele! Por eso vine Yo a hacerme Eucaristía, para vivir a tu lado ocultando mis resplandores, descendiendo hasta tu corazón para enriquecerlo y transformarlo.”

🙏 Oración Inicial

🙏 Santísima Trinidad, Dios uno y trino, ven a habitar este momento de oración. Padre, Creador lleno de ternura. Hijo, Salvador lleno de compasión. Espíritu Santo, guía silenciosa y viva. Enséñanos a escuchar tu voz, a dejarnos transformar por tu Palabra. Amén.

📖 Lectio

📘 Evangelio según San Juan 8, 1-11 – Biblia de Jerusalén Jesús se fue al monte de los Olivos. Al amanecer volvió al Templo y todo el pueblo acudía a él; y sentándose, les enseñaba. Los escribas y fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dicen: —Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés en la Ley nos mandó apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices? Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: —Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra. E inclinándose de nuevo, escribía en el suelo. Al oír esto, se iban retirando uno a uno, comenzando por los más viejos. Y quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Jesús, le dijo: —Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado? Ella respondió: —Ninguno, Señor. Jesús le dijo: —Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.

🧘 Meditatio

🕯 Jesús habla al pueblo en el templo. Es interrumpido por los fariseos que usan a una mujer como instrumento de trampa. Su respuesta no es solo sabia, es redentora: desarma a los acusadores y ofrece a la mujer una salida: el perdón. 🕊️ Este Evangelio es uno de los retratos más vivos de la misericordia divina. La escena nos enfrenta a una realidad universal: el pecado y el juicio. Una mujer pecadora es expuesta públicamente, no por justicia, sino por manipulación. Pero Jesús no entra en el juego del escándalo ni del castigo. Él escribe en el suelo, guarda silencio, da espacio al corazón. Sus palabras son una espada que corta la hipocresía: “El que esté sin pecado, que tire la primera piedra.” Nadie pudo. Todos se fueron. Jesús se quedó solo con la mujer. Y en ese encuentro íntimo, Él no la reduce a su error, sino que la llama a renacer: “Tampoco yo te condeno. Vete y no peques más.” El Papa Francisco, en Misericordiae Vultus, recuerda que “Jesús revela la misericordia no como una idea, sino como un rostro”. Este pasaje es la encarnación de esa misericordia. El juicio no salva, el perdón sí. Y ese perdón no es permisividad, sino llamada a una vida nueva.

🙌 Oratio

❤️ – Oración personal Señor Jesús, cuántas veces me he sentido como esa mujer: débil, frágil, expuesto en mi pecado. Y otras tantas he sido como esos fariseos: rápido para juzgar, lento para amar. Hoy me hablas directo al corazón: “No te condeno”. Esas palabras sanan, liberan, transforman. Gracias por mirarme con ternura. Gracias por invitarme a una vida nueva. No me defines por mis errores, sino por tu amor. Dame la gracia de no volver atrás, de caminar en tu luz con humildad, con firmeza, de ofrecer a otros el mismo perdón que tú me das. Hazme instrumento de misericordia. Amén.

🕊️ Contemplatio

🌟 Silencio. Imagina que estás en ese templo. Eres la mujer, y Jesús te mira con compasión. Siente su voz: “Tampoco yo te condeno.” Reposa ahí. No digas nada. Solo deja que esa misericordia inunde tu alma. Quédate. Él está contigo.

🤝 Compromiso

📝 Hoy Jesús me invita a renunciar al juicio y abrazar la misericordia. Mi compromiso será doble: No juzgaré a nadie por lo que aparenta o por lo que he oído. Haré un esfuerzo consciente por mirar con amor. Buscaré reconciliarme: si tengo a alguien a quien pedir perdón o a quien perdonar, daré ese paso. Hoy. Además, si me siento alejado por mi propio pecado, buscaré el Sacramento de la Reconciliación esta semana. Dios me espera con los brazos abiertos.

📢 Peticiones

🙌 Señor, enséñanos a perdonar como Tú nos perdonas. Por los que se sienten excluidos de la Iglesia, que encuentren misericordia. Por quienes viven esclavizados por el juicio, que descubran la libertad del amor. Por los confesores, para que sean reflejo del Corazón de Cristo. Por nosotros, para que vivamos en coherencia con el perdón que hemos recibido.

🛐 Oración de Consagración

✨ Gracias, Jesús, porque nunca me condenas. Gracias porque me das cada día una nueva oportunidad. Gracias porque con tu amor deshaces mis cadenas. Me entrego a ti con alegría, con esperanza. Padre Nuestro… 🌹 Consagración final a la Virgen María Madre de misericordia, acógeme en tu regazo como acogiste a los pecadores. Intercede por mí ante tu Hijo. Enséñame a vivir con humildad, pureza y compasión. Ave María…

📖 Hermenéutica

1. Autenticidad y contexto textual Esta perícopa (Jn 7,53–8,11) no aparece en los manuscritos más antiguos del Evangelio de Juan, ni en los Padres griegos hasta el siglo IV. Algunos códices la colocan en otros lugares (Lc 21,38 por ejemplo). Sin embargo, la Iglesia la ha reconocido como parte del canon inspirado, enseñando que su contenido es auténtico y fiel al estilo y mensaje de Cristo​. 2. Análisis literario y exegético 🔹 Versículos 1-2 Jesús se presenta en el Templo para enseñar, gesto que lo vincula con su misión profética y magisterial. El Monte de los Olivos es lugar de oración y, simbólicamente, de juicio (Zac 14,4). 🔹 Versículos 3-6a Los fariseos y escribas presentan a una mujer sorprendida en adulterio, apelando a la Ley de Moisés (cf. Lv 20,10; Dt 22,22). Pero no presentan al hombre implicado, lo que evidencia una instrumentalización legalista del caso. 🎯 Motivación real: no es aplicar justicia, sino “poner a prueba a Jesús” para desacreditarlo públicamente. Si absuelve, contradice la Ley; si condena, pierde su imagen de misericordia​. 🔹 Versículos 6b-8 Jesús responde con un gesto misterioso: escribir en el suelo. Aunque el sentido exacto es desconocido, varios Padres (como san Jerónimo) interpretan que escribía los pecados de los acusadores (cf. Jr 17,13). El gesto es silencioso y lleno de autoridad. 🔹 Versículo 7 “El que esté sin pecado, que arroje la primera piedra.” Jesús no niega la Ley, sino que la reinterpreta desde la conciencia y la misericordia. Invita al examen personal antes del juicio externo (cf. Mt 7,1-5). Solo el justo puede juzgar… y Él, siendo justo, no lo hace. 🔹 Versículos 9-11 Los acusadores se retiran, “comenzando por los más viejos”, lo cual sugiere que la conciencia los confrontó. Jesús queda solo con la mujer: no para avergonzarla, sino para restaurarla. Su sentencia final combina: Misericordia: “Tampoco yo te condeno”. Justicia moral: “Vete y no peques más”. 3. Claves doctrinales del Magisterio ✅ Catecismo de la Iglesia Católica CIC 1847: “No hay límite a la misericordia de Dios, pero quien se niega a reconocer su pecado, se cierra al perdón.” CIC 1441-1442: Este pasaje fundamenta el poder de Jesús para perdonar los pecados, poder que luego confiere a la Iglesia (Jn 20,21-23). ✅ Verbum Domini (n. 38) Este relato es una clave hermenéutica del amor de Dios, que va más allá del legalismo, mostrando cómo la Palabra encarnada juzga con misericordia​. 🧩 Sentido espiritual y moral 1. Jesús como luz del mundo Este pasaje antecede a la autodefinición de Jesús como “la luz del mundo” (Jn 8,12). Su luz revela el pecado, pero no para condenar, sino para iluminar el camino de conversión. 2. La Ley y la Gracia Aquí se cumple lo anunciado en Jn 1,17: “La Ley fue dada por Moisés; la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo.” Jesús no anula la Ley, pero introduce la misericordia como plenitud de la justicia. ✝️ Conclusión teológica La perícopa de la mujer adúltera es uno de los pasajes más intensos del Evangelio: presenta a Jesús como el juez que no condena sino que salva, a condición de que haya una disposición a la conversión. Nos enseña que la misericordia de Dios jamás excluye la llamada al cambio de vida.

🎥 Video Reflexión