📅 02/07/2025
Mateo 8, 28-34
¿Hay áreas en tu vida donde sientes que has perdido el control? ¿Te identificas con personas rechazadas o marginadas? Hoy Jesús nos muestra su poder para liberar y sanar lo que parecía imposible de cambiar. Si luchas con adicciones, patrones destructivos o te sientes excluido, esta Palabra es especialmente para ti. Jesús va donde otros no se atreven.
Cierra los ojos y respira hondo... Imagínate que estás en un lugar apartado, quizás donde te sientes incomprendido o rechazado. Inhala la presencia de Jesús... Él se acerca sin miedo hacia ti. No importa lo que hayas hecho o lo que otros piensen de ti. Jesús viene específicamente a buscarte. Exhala tus vergüenzas, tus autojuicios. Él no viene a condenarte sino a liberarte. Prepárate para un encuentro que puede transformar completamente tu vida.
Jesús libera a dos personas atormentadas pero el pueblo lo rechaza por temor.
Sé que otros te han dado por perdido, que incluso tú mismo crees que no tienes solución. Pero Yo veo en ti no lo que eres ahora, sino lo que puedes llegar a ser. Mi poder es más grande que cualquier cadena que te ate, que cualquier voz que te destruya. Vengo a tu 'cementerio' a resucitarte. No temas mi poder transformador, abraza la nueva vida que te ofrezco."
Padre de misericordia, vengo ante Ti reconociendo que hay partes de mi vida que necesitan tu toque sanador. Jesús, Salvador poderoso, Tú que no tienes miedo de entrar en mis lugares más oscuros, ven a liberarme de todo lo que me destroza por dentro. Espíritu Santo, poder de Dios, actúa en mí con tu fuerza transformadora. María, Madre de los rechazados, intercede por todos los que se sienten excluidos y sin esperanza. Que esta oración abra mi corazón a la liberación que Dios quiere darme. Amén.
Mateo 8, 28-34 - Biblia de Jerusalén Al llegar a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y se pusieron a gritar: "¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí a atormentarnos antes de tiempo?" Había allí a cierta distancia una gran piara de cerdos paciendo. Los demonios le suplicaron: "Si nos echas, envíanos a la piara de cerdos." "Id", les dijo. Y saliendo se fueron a los cerdos; y he aquí que toda la piara se arrojó al mar por el acantilado y murieron en las aguas. Los porqueros huyeron, y llegando a la ciudad lo contaron todo y también lo de los endemoniados. Y he aquí que toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, en viéndole, le rogaron que se alejara de su término.
Este relato marca un momento decisivo: Jesús cruza a territorio gentil, la región de Gadara, demostrando que su misión trasciende las fronteras étnicas y religiosas. Gadara era una ciudad helenística de la Decápolis, territorio considerado "impuro" por los judíos. Los dos endemoniados (Marcos y Lucas mencionan solo uno, probablemente el más prominente) vivían entre sepulcros, lugar de máxima impureza ritual. Su condición los había reducido a un estado infrahumano: violentos, aislados, habitando con los muertos. En la mentalidad de la época, esto representaba el triunfo total del mal sobre la creación de Dios. La confesión demoníaca - "Hijo de Dios" - revela la identidad de Jesús que los humanos aún no comprenden totalmente. Los demonios preguntan "¿antes de tiempo?", reconociendo que existe un momento escatológico cuando serán definitivamente derrotados. Los cerdos eran animales impuros para los judíos, pero fuente de sustento para los gentiles. Su destrucción simboliza el poder destructivo del mal y quizás la incompatibilidad entre el Reino de Dios y ciertos sistemas económicos. La reacción del pueblo es paradójica: prefieren sus cerdos a la presencia liberadora de Jesús. Temen más el cambio que la opresión. Esta es una constante en los evangelios: el poder de Jesús puede resultar amenazante para quienes se han acomodado al mal. Preguntas para reflexionar: ¿Por qué Jesús va precisamente a territorio "impuro"? ¿Qué simboliza vivir "entre sepulcros"? ¿Por qué el pueblo rechaza a quien acaba de hacer un milagro? Este Evangelio te habla directamente sobre las áreas de tu vida que parecen "perdidas". Tal vez luchas con una adicción, con patrones de pensamiento destructivos, con relaciones tóxicas que te tienen "viviendo entre sepulcros". Como los endemoniados, quizás sientes que has perdido el control de aspectos importantes de tu vida. Si te identificas con personas marginadas o rechazadas, este pasaje te muestra que Jesús cruza todas las fronteras para encontrarte. No importa si otros te han dado por perdido, si tu familia te ha rechazado, si la sociedad te margina. Jesús viene específicamente a tu "territorio impuro". Para quienes viven sanación interior, la pregunta de los demonios - "¿antes de tiempo?" - te recuerda que hay momentos de gracia especiales. Tal vez este es tu momento de liberación, cuando Dios quiere actuar poderosamente en tu vida. Si eres de quienes temen el cambio radical que Dios propone, examina si te identificas con el pueblo de Gadara. A veces preferimos nuestros "cerdos" conocidos - nuestras comodidades, nuestras rutinas, incluso nuestros sufrimientos familiares - antes que el poder transformador de Jesús. Para padres preocupados por hijos en situaciones destructivas, para cónyuges de personas con adicciones, para quienes trabajan con personas marginadas, este pasaje es promesa de que ninguna situación está más allá del poder liberador de Cristo. Preguntas para tu vida: ¿Cuáles son mis "sepulcros" personales donde necesito que Jesús entre? ¿Qué "cerdos" me da miedo perder si Jesús transforma mi vida? ¿Cómo puedo ser instrumento de liberación para otros marginados?
Jesús, cuando leo este pasaje me impresiona tu valentía para ir donde otros no se atreven. Reconozco que hay partes de mi vida donde me siento como esos endemoniados: fuera de control, destructivo, aislado. A veces me da miedo acercarme a Ti porque sé que tu presencia va a cambiar todo. Te agradezco porque no me tienes miedo. Cuando otros me juzgan o me rechazan, Tú vienes hacia mí. Te agradezco porque ves en mí no solo lo que soy ahora, sino lo que puedo llegar a ser con tu gracia. Te pido que me liberes de [aquí menciono específicamente mis cadenas: resentimiento, miedo, adicción, patrones destructivos...]. Quiero ser libre, pero a veces me da miedo perder lo conocido. Ayúdame a confiar en que lo que me das es mejor que lo que me quitas. Te ofrezco mi vida fragmentada, mis partes "muertas", mis lugares de vergüenza. Te ofrezco también mi tendencia a rechazarte cuando tu poder me resulta incómodo. Haz en mí lo que hiciste con esos hombres: devolverme la dignidad, la paz, la capacidad de vivir en comunidad.
Quédate en silencio... siente esa libertad que solo Jesus te da... respira esa dignidad recuperada... eres amado tal como eres, pero Dios te ama demasiado para dejarte como estás...
Compromiso personal: Identificaré una cadena específica en mi vida (miedo, resentimiento, hábito destructivo) y cada vez que la sienta, diré: "Jesús, Tú tienes autoridad sobre esto." Lo haré con fe, sabiendo que su poder es real. Compromiso familiar: Buscaré tender puentes con algún familiar o amigo que se sienta marginado o rechazado, ofreciéndole mi compañía sin juzgar, recordando que Jesús va hacia los excluidos. Compromiso comunitario: Me acercaré a alguna persona que otros evitan o juzgan (puede ser un homeless, alguien con problemas mentales, una persona con adicciones) y le ofreceré mi respeto y dignidad. Examen nocturno: Antes de dormir me preguntaré: "¿En qué momentos hoy experimenté la liberación de Jesús? ¿En cuáles rechacé su poder transformador? ¿Cómo puedo ser testimonio de su misericordia mañana?"
Por la Santa Iglesia, para que nunca tenga miedo de acercarse a las personas más marginadas y excluidas de la sociedad, roguemos al Señor. Por quienes sufren trastornos mentales, adicciones o cualquier forma de opresión espiritual, para que experimenten el poder liberador de Cristo, roguemos al Señor. Por las familias que tienen miembros en situaciones destructivas, para que no pierdan la esperanza y sepan acompañar con amor sin juzgar, roguemos al Señor. Por nuestra comunidad local, para que sea lugar de acogida y dignidad para todas las personas, especialmente las más vulnerables, roguemos al Señor. Por todos los que trabajan en salud mental, rehabilitación y pastoral de marginados, para que sean instrumentos del poder sanador de Jesús, roguemos al Señor.
Gracias, Padre, porque tu amor no conoce fronteras y llega hasta los lugares más oscuros de nuestra humanidad. Gracias, Jesús, por tu autoridad sobre todo mal y por venir a buscarme cuando otros me han abandonado. Te consagro mis cadenas, mis miedos, mis lugares de muerte. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre... María, Madre de los desamparados, tú que conoces el rechazo y la incomprensión, intercede por todos los que viven marginados. Enséñanos a no temer el poder transformador de tu Hijo. Ayúdanos a ser instrumentos de dignidad y esperanza para quienes la sociedad excluye. Dios te salve, María, llena eres de gracia...
1. CONTEXTO HISTÓRICO-LITERARIO Cuando Mateo redactaba este pasaje, su comunidad judeo-cristiana vivía en tensión con el judaísmo oficial y el mundo gentil. Este evangelio fue escrito hacia el 80-90 d.C., en una época de reafirmación de la identidad cristiana. El episodio se sitúa en tierra pagana, la región de los gadarenos, donde Jesús demuestra que su poder trasciende fronteras religiosas y culturales. Es un relato de exorcismo con fuerte carga simbólica. Mateo, escribiendo para cristianos de trasfondo judío, muestra a Jesús como el Hijo de Dios con autoridad sobre el mal. El género es narrativo-milagroso, con intención teológica: revelar el Reino en acción. 2. EXÉGESIS LINGÜÍSTICA Y SIMBÓLICA La palabra griega clave aquí es "daimonizomenoi", que se traduce como “endemoniados” pero también sugiere una condición de opresión total. El número "dos" indica plenitud del mal. El escenario de los sepulcros y los cerdos (animales impuros según Levítico 11) refuerza el carácter “no judío” del entorno. El envío de los demonios a los cerdos recuerda la liberación del pueblo de Israel de Egipto: el mar traga a los opresores. El “grito” de los demonios: ¿has venido a atormentarnos antes de tiempo? refleja el reconocimiento, aún desde el mal, de la identidad mesiánica de Jesús. La estructura tiene un clímax claro: presencia → confrontación → liberación → reacción del pueblo. 3. INTERPRETACIÓN PATRÍSTICA Y MAGISTERIAL San Jerónimo observa que los demonios reconocen lo que muchos no ven: que Jesús es el Hijo de Dios. San Agustín interpreta la región como el mundo alejado de Dios, y los posesos como imagen del alma dominada por pasiones. San Juan Crisóstomo destaca la “obediencia” de los demonios al mandato de Jesús como prueba de su autoridad divina. El Magisterio ha leído este texto como signo del poder liberador del Evangelio (cf. Dei Verbum, 7). En la liturgia, el pasaje refuerza la misión de Cristo como liberador del mal, y su inclusión en los exorcismos del ritual del Bautismo es significativa: somos liberados por Él. 4. APLICACIÓN PASTORAL CONTEMPORÁNEA Este pasaje ilumina realidades de marginación, enfermedad mental, opresión espiritual. Jesús entra en territorios oscuros —también los de nuestra alma— para liberar. Hoy, muchos viven “en los sepulcros”: aislados por adicciones, traumas o desesperanza. Cristo no se detiene ante la impureza ni el rechazo social: su amor es más fuerte que cualquier fuerza del mal. Para las familias, el pasaje recuerda que la oración y la fe pueden abrir caminos de sanación. Para los jóvenes, ofrece una imagen valiente de Jesús que desafía lo que asusta. Para todos, es una llamada a no tener miedo: Cristo ha vencido. Incluso cuando el mundo, como los gadarenos, prefiera expulsarlo por miedo a perder comodidad. 🙏 Preguntas para la reflexión: ¿Qué “territorios” de mi vida o comunidad necesitan ser visitados por Jesús? ¿Estoy más preocupado por mantener mis seguridades que por dejarme liberar por Cristo? ¿Qué me dice este texto sobre la compasión y la valentía de Dios ante el sufrimiento humano?