Lectio Divina Juan 8, 12-20

📅 07/04/2025

📜 Evangelio del Día

Juan 8, 12-20

✨ Motivación

🙌 l Hay momentos en que el alma se siente perdida en la oscuridad de decisiones, miedos o sufrimientos. Hoy Jesús te dice: “¡Yo soy la luz del mundo!” ¿Buscas dirección, paz, o consuelo? Abre tu corazón y deja que la luz de Cristo te guíe.

📖 Introducción

🌼 Haz una pausa. Respira profundo. Imagina que el mismo Jesús se acerca hoy a tu corazón. Inspira lentamente, exhala suavemente. Pon tu mente en calma. Estás en presencia del Dios vivo. Pide al Espíritu Santo que te guíe.

📝 Descripción

Jesús declara ser la luz del mundo, revelando su identidad y origen divino ante los fariseos.

💬 Cita Yo Soy

✨ Fragmento de "Yo Soy" – Concepción Cabrera de Armida “Yo soy la Luz, pero no una luz cualquiera: soy la Luz que no se apaga. El alma que me mira, que me busca, que me ama, jamás caminará en tinieblas.”

🙏 Oración Inicial

🙏 Trinidad Santísima, fuente de toda luz, ven a iluminar mi alma. Padre de amor, Hijo de la Verdad, Espíritu de Sabiduría, abre mis ojos para ver tu camino. Que tu luz penetre en lo más profundo de mi ser y me transforme según tu voluntad. Amén.

📖 Lectio

Evangelio según San Juan 8,12-20 – Biblia de Jerusalén: 12 Jesús les habló otra vez; les dijo: “Yo soy la luz del mundo; la persona que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.” 13 Los fariseos le dijeron: “Tu testimonio no vale, pues das testimonio de ti mismo.” 14 Jesús les respondió: “Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio vale, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy. 15 Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. 16 Y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy solo, sino que estoy yo y el que me ha enviado, el Padre. 17 Y en vuestra Ley está escrito que el testimonio de dos personas es válido. 18 Yo doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me ha enviado da testimonio de mí.” 19 Entonces le decían: “¿Dónde está tu Padre?” Respondió Jesús: “Ni me conocéis a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.” 20 Estas palabras las dijo en el Tesoro, mientras enseñaba en el Templo; y nadie lo prendió, porque todavía no había llegado su hora.

🧘 Meditatio

📌 Jesús se dirige a los fariseos en el Templo, proclamando su identidad divina como la Luz del mundo, desafiando sus juicios humanos y revelando su unión con el Padre. 🕊️ El Señor Jesús se presenta como “la luz del mundo”, una afirmación cargada de sentido teológico y existencial. No es simplemente un maestro iluminado, sino la fuente de toda verdad, de todo sentido, de toda vida. Esta luz no es externa, sino que transforma al que la sigue desde lo profundo. Frente a esta revelación, los fariseos dudan y lo rechazan, porque juzgan según criterios humanos. No reconocen su origen, su misión ni su autoridad. Este pasaje no solo revela la ceguera espiritual de quienes se aferran a la ley sin conocer al Dios vivo, sino que nos confronta: ¿desde dónde juzgamos la vida? ¿Desde la carne o desde la luz de Cristo? Jesús insiste en que no habla solo: es el Padre quien da testimonio de Él. Aquí encontramos la clave trinitaria de su mensaje: lo que Él dice, lo dice en unidad con el Padre. Y quien ve al Hijo, ve al Padre. Esta enseñanza no busca solo ser entendida, sino acogida en la fe y vivida como una adhesión radical a la persona de Jesús.

🙌 Oratio

❤️ – Oración personal Señor Jesús, tú eres la luz que disipa toda oscuridad. Hoy reconozco que muchas veces he caminado en tinieblas, confiando en mis juicios, alejándome de tu verdad. Pero tú me llamas con ternura y poder: “Sígueme… y tendrás la luz de la vida”. Gracias por no cansarte de buscarme. Gracias porque tu palabra ilumina mis pasos. Hoy quiero entregarte mis miedos, mis dudas, mis juicios y mi ceguera. Ven a iluminar mi mente y mi corazón. Que no me conforme con saber de ti, sino que te conozca en profundidad, como mi Señor y mi guía. Padre Santo, quiero vivir en tu luz. Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de la verdad. Amén.

🕊️ Contemplatio

🌟 Quédate en silencio ante el Señor. Repite en tu interior: “Tú eres mi luz, Jesús. En ti está la vida.” No tengas prisa. No busques palabras. Solo permanece. Que su luz te envuelva. Que su presencia sane y transforme tu interior.

🤝 Compromiso

📝 – Acción concreta del día Hoy me propongo: Buscar momentos de silencio para escuchar a Dios más que a mis pensamientos. Evitar juicios apresurados, especialmente hacia personas que no comprendo. Llevar luz a donde haya sombras: con palabras de consuelo, con gestos de perdón, con actos de servicio. Seré, con la gracia de Dios, portador de su luz, testigo de su amor.

📢 Peticiones

🙌 Señor, ilumina a tu Iglesia con la claridad de tu verdad. Por quienes viven en la oscuridad del pecado o la desesperanza, dales tu luz sanadora. Por los líderes del mundo, que decidan con justicia y misericordia. Por las familias, para que se mantengan unidas en la luz del Evangelio. Por los que estamos aquí, que nunca dejemos de buscar tu rostro.

🛐 Oración de Consagración

✨ Gracias, Señor, porque has encendido tu luz en nuestro corazón. Gracias porque no nos abandonas en nuestras sombras. Hoy renovamos nuestra fe en ti, confiando en que tú eres la luz que no se apaga. Padre Nuestro… 🌹 Consagración final a la Virgen María Madre de la luz verdadera, te consagramos este día. Enséñanos a caminar en la verdad de tu Hijo, a seguirle con humildad y alegría. Sé nuestro refugio y guía en todo momento. Dios te salve, María…

📖 Hermenéutica

En Juan 8,12-20, Jesús utiliza la imagen “Yo soy la luz del mundo”, una autorrevelación profundamente enraizada en la teología del Antiguo Testamento (cf. Is 9,1; Ex 13,21). La luz es símbolo de salvación, verdad y presencia divina. Jesús no solo trae esa luz, Él es esa luz. Este “Yo soy” remite al Tetragrámaton del Éxodo (Ex 3,14), vinculando su identidad con la divinidad misma. El contexto del pasaje se sitúa en el Templo, en el Tesoro, durante la Fiesta de las Tiendas, donde se encendían grandes candelabros para recordar la columna de fuego que guiaba a Israel. Es en este marco que Jesús proclama su palabra, presentándose como la verdadera Luz que guía al nuevo pueblo de Dios. El texto muestra el enfrentamiento entre Jesús y los fariseos, quienes aplican una lógica legalista al juicio. Ellos niegan el testimonio de Jesús por considerarlo unilateral, pero Jesús apela al testimonio doble: Él mismo y el Padre. Esto introduce un principio cristológico fundamental: la identidad de Jesús no es solo humana, sino divina. El Evangelio también anticipa la pasión al mencionar que “aún no había llegado su hora”, aludiendo al kairós divino. Finalmente, el texto nos interpela sobre nuestra respuesta personal a esta luz: ¿la acogemos o la rechazamos?. Esta elección define nuestra vida, porque solo en Él encontramos “la luz de la vida”

🎥 Video Reflexión