Lectio Divina Juan 16, 20-23

📅 30/05/2025

📜 Evangelio del Día

Juan 16, 20-23

✨ Motivación

Hoy Jesús nos invita a vivir en la esperanza, recordándonos que aunque ahora lloremos o suframos, nuestra tristeza será transformada en un gozo que nadie podrá quitarnos. Esta certeza nos sostiene en las pruebas y nos impulsa a confiar plenamente en Él.

📖 Introducción

Haz una pausa… Cierra los ojos, respira profundo. Siente el aire como un susurro del Espíritu que llena tu corazón. Deja a un lado tus preocupaciones. Disfruta del silencio. En este espacio sagrado, abre tu alma a la voz amorosa de Jesús, quien hoy quiere consolarte y fortalecerte.

📝 Descripción

Jesús consuela a sus discípulos prometiendo que su tristeza se transformará en alegría.

💬 Cita Yo Soy

✨ Fragmento del libro Yo Soy (Concepción Cabrera de Armida) "Yo soy tu gozo en medio del llanto, tu fortaleza en medio de la prueba. No temas llorar, porque tus lágrimas las recojo Yo para transformarlas en fuentes de vida eterna."

🙏 Oración Inicial

Oh Trinidad Santa, fuente inagotable de amor, luz y vida, me postro ante Ti en este día, consciente de mi pequeñez y sediento de Tu presencia. Padre, acógeme en tu abrazo; Hijo, enséñame a confiar en el dolor; Espíritu Santo, consuélame y fortalece mi esperanza. Que esta oración me lleve a vivir en la certeza de Tu amor eterno. Amén.

📖 Lectio

Juan 16, 20-23 «En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo se alegrará; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un ser humano en el mundo. También vosotros ahora estáis tristes; pero volveré a veros, se alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra alegría. Aquel día no me preguntaréis nada.»

🧘 Meditatio

Jesús está a punto de enfrentar su pasión. En este discurso íntimo a sus discípulos, los prepara para el dolor inminente, pero también les revela la certeza de la resurrección y el gozo indestructible que nacerá de ella. 🕊️ En este fragmento, Jesús enfrenta directamente la tristeza que embargará a sus discípulos por su muerte. Pero no se queda en el dolor: les asegura una alegría que nacerá como una nueva vida, utilizando una imagen profundamente humana y conmovedora: la de la mujer que, tras el dolor del parto, olvida su sufrimiento al contemplar a su hijo. Desde la Biblia de Jerusalén y el Comentario Bíblico San Jerónimo, sabemos que este "ver de nuevo" a Jesús tiene un sentido triple: su resurrección, la presencia del Espíritu Santo, y el encuentro final en la gloria. La "hora" del dolor es también la "hora" del nacimiento del Reino. El dolor de los discípulos es temporal, mientras que el gozo es eterno. Así, Jesús introduce una nueva visión de la vida: el sufrimiento tiene un sentido redentor y está destinado a ser transformado. La tristeza por su muerte será reemplazada por una comunión más profunda y eterna. Pastoralmente, esto nos enseña que ningún sufrimiento vivido en Cristo es inútil. Cada lágrima, cada duelo, cada noche oscura de nuestra vida puede, en la fe, dar paso a una mañana de resurrección. El Magisterio de la Iglesia (cf. Evangelii Gaudium 6) nos recuerda que “una tristeza evangelizada” puede convertirse en fuente de misión, de entrega y de vida nueva. A eso nos llama hoy Jesús: a vivir nuestro dolor en esperanza, sabiendo que en Él nada está perdido.

🙌 Oratio

Señor Jesús, tú conoces mi dolor, mis lágrimas y mis noches oscuras. Hoy vienes a mi encuentro para recordarme que mi tristeza no es el final. Que aunque el mundo se burle, aunque mi alma tiemble, Tú prometes alegría, alegría eterna. Te entrego mis miedos, mis dolores, mis pérdidas. Hazme vivir en esperanza, confiando en que mi historia, unida a la tuya, terminará en victoria. Amén.

🕊️ Contemplatio

Quédate en silencio... Imagina que Jesús te sonríe. Él te mira con ternura, conoce tus lágrimas y te promete alegría. No digas nada. Solo contempla Su promesa y deja que Su amor cure tu corazón herido. Él está aquí, vivo y glorioso.

🤝 Compromiso

Hoy me comprometo a dar un gesto de esperanza a quien esté sufriendo: una palabra de consuelo, una oración en secreto o simplemente una sonrisa que lleve el amor de Cristo.

📢 Peticiones

Por todos los que sufren en soledad, para que encuentren en Cristo su consuelo. Por quienes han perdido la esperanza, para que el Espíritu Santo renueve su fe. Por las madres que sufren por sus hijos, que su dolor se transforme en alegría. Por la Iglesia, para que sea testigo fiel de la alegría de la Resurrección. Por cada uno de nosotros, para que aprendamos a ver el dolor como camino hacia la vida.

🛐 Oración de Consagración

Gracias, Jesús, por tu promesa de alegría eterna. Gracias porque no permites que la tristeza tenga la última palabra en mi vida. Gracias porque me enseñas que después de la noche viene la aurora. Confiados en Ti, oramos con amor: Padre nuestro, que estás en el cielo… 🌹 Madre de la Esperanza, tú que guardaste la fe junto a la cruz, enséñame a esperar como tú, a confiar en las promesas de tu Hijo y a caminar en la luz que nunca se apaga. Dios te salve, María, llena eres de gracia…

📖 Hermenéutica

La interpretación de Juan 16, 20-23 dentro de la tradición exegética católica nos lleva a reconocer la dinámica pascual como centro de la fe. Según el Comentario Bíblico San Jerónimo, este texto encierra una estructura de transformación: de la muerte a la vida, del llanto a la alegría, del aparente abandono a la presencia gloriosa de Jesús. Históricamente, los discípulos enfrentaban un escándalo: ver a su Maestro sufrir y morir. Desde el contexto joánico, donde ya existía persecución a los cristianos, este anuncio era vital: su fe debía perseverar incluso cuando todo pareciera perdido. Eclesialmente, esta enseñanza sigue vigente. El cristiano está llamado a vivir en tensión entre el "ya" y el "todavía no": ya resucitados en Cristo, pero aún en camino. Nuestra tristeza no es la derrota: es el preludio del gozo definitivo en Dios. La hermenéutica contemporánea (Croatto y Schökel) nos enseña a leer este pasaje no como promesa abstracta, sino como un llamado a integrar nuestra experiencia humana de dolor en el misterio de Cristo. No se trata de ignorar la tristeza, sino de vivirla en Cristo, quien la transfigura. Así, la Lectio Divina de hoy no nos invita a negar el sufrimiento, sino a verlo como un “parto” hacia la vida nueva. Cada dolor vivido con fe es un nacimiento en el amor de Dios. 📢 Tercera Parte: Llamado a la acción

🎥 Video Reflexión