El Pentateuco
Los Cinco Primeros Libros que Fundamentan Nuestra Fe
– Génesis 1,1
Los Cinco Libros del Pentateuco
Cada libro revela una etapa crucial en la historia de la salvación, desde la creación hasta las puertas de la Tierra Prometida
Contenido Central:
Los orígenes del universo, la humanidad y el pueblo de Israel. Desde la creación hasta la historia de los patriarcas: Abraham, Isaac, Jacob y José.
– Génesis 1,27
Contenido Central:
La liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, el paso del Mar Rojo, y la revelación de Dios en el Sinaí con los Diez Mandamientos.
– Éxodo 20,2
Contenido Central:
Las leyes del culto, los sacrificios y la pureza ritual. El Código de Santidad y las fiestas litúrgicas que prefiguran los sacramentos cristianos.
– Levítico 19,2
Contenido Central:
Los 40 años de peregrinación por el desierto. Un tiempo de prueba, purificación y encuentro con Dios que prepara la entrada en la Tierra Prometida.
– Deuteronomio 1,31
Contenido Central:
Los discursos de despedida de Moisés. La “segunda ley” que recapitula la historia de salvación y renueva la Alianza basada en el amor a Dios.
– Deuteronomio 6,4-5
El Gran Relato de Salvación
El Pentateuco narra una historia unificada que revela el plan divino de salvación
¿Por Qué Leer el Pentateuco Hoy?
Inicia tu Viaje Espiritual
Descubre los fundamentos de tu fe en estos textos sagrados
Medita la Alianza con Abraham
Los Cinco Primeros Libros que Fundamentan Nuestra Fe
"En el principio creó Dios el cielo y la tierra" (Génesis 1,1)
Con estas majestuosas palabras comienza la Sagrada Escritura, iniciando un viaje que nos llevará desde la creación del mundo hasta los umbrales de la Tierra Prometida. Nos encontramos ante el Pentateuco, los cinco primeros y fundamentales libros de la Biblia que constituyen la base de nuestra fe y de toda la historia de la salvación.
¿Qué es exactamente el Pentateuco?
El término "Pentateuco" proviene del griego πεντάτευχος (pentáteuchos), que significa "cinco estuches" o "cinco rollos". Estos cinco libros son:
- Génesis: El libro de los orígenes
- Éxodo: La liberación de la esclavitud
- Levítico: Las leyes del culto y la santidad
- Números: El camino por el desierto
- Deuteronomio: La renovación de la Alianza
En la tradición judía, estos libros son conocidos como la Torá (תּוֹרָה), que significa "Ley" o "Instrucción", y son considerados el corazón mismo de la revelación divina. Para los católicos, siguiendo la enseñanza del Concilio Vaticano II en la Constitución Dogmática Dei Verbum, estos textos "contienen verdades reveladas por Dios" (DV 11) y son fundamentales para comprender el plan divino de salvación.
Un Vistazo a los Cinco Libros
1. Génesis: El Libro de los Comienzos
El Génesis nos relata los orígenes del universo, de la humanidad y del pueblo de Israel. Este maravilloso libro se divide en dos grandes secciones:
- La historia primitiva (capítulos 1-11): Narra la creación, el pecado original, el diluvio y la dispersión de los pueblos.
- La historia patriarcal (capítulos 12-50): Relata las vidas de Abraham, Isaac, Jacob y José, y cómo Dios estableció una alianza con ellos.
En el Génesis encontramos preguntas fundamentales sobre el origen y sentido de nuestra existencia: ¿De dónde venimos? ¿Por qué existe el mal y el sufrimiento? ¿Cuál es el plan de Dios para la humanidad?
"Dios creó al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó." (Génesis 1,27)
2. Éxodo: De la Esclavitud a la Libertad
El Éxodo nos presenta uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la salvación: la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto. En este libro:
- Conocemos a Moisés, el gran libertador y mediador entre Dios y su pueblo
- Presenciamos las diez plagas y el paso del Mar Rojo
- Asistimos a la revelación de Dios en el monte Sinaí y la entrega del Decálogo (los Diez Mandamientos)
- Vemos la institución de la Pascua, que prefigura nuestra celebración eucarística
El Éxodo nos enseña que Dios no es indiferente al sufrimiento humano sino que interviene en la historia para liberar a su pueblo, estableciendo con él una alianza de amor.
"Yo soy el Señor, tu Dios, que te ha sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre." (Éxodo 20,2)
3. Levítico: La Santidad en el Culto y la Vida
El Levítico contiene principalmente leyes relativas al culto, los sacrificios y la pureza ritual. Aunque puede parecer el libro más árido del Pentateuco por su contenido legal, encierra una profunda teología:
- Establece el sistema sacrificial que prefigura el sacrificio único de Cristo
- Presenta las fiestas litúrgicas judías (Pascua, Pentecostés, Día de la Expiación...)
- Contiene el famoso "Código de Santidad" (capítulos 17-26)
- Nos enseña que la santidad debe manifestarse en todos los aspectos de la vida
El mensaje central del Levítico es la santidad: "Sed santos, porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo" (Lv 19,2). Esta llamada a la santidad sigue resonando en la vida cristiana, como recuerda el Papa Francisco en Gaudete et Exsultate.
4. Números: El Camino por el Desierto
El libro de los Números relata los 40 años de peregrinación del pueblo de Israel por el desierto, desde el Sinaí hasta las llanuras de Moab, a las puertas de la Tierra Prometida. En este libro:
- Se realizan censos del pueblo (de ahí su nombre)
- Se narran las murmuraciones y rebeliones contra Dios y Moisés
- Se establecen diversas leyes y normas para la comunidad
- Se relatan las victorias militares que preparan la conquista de Canaán
El desierto es, ante todo, un lugar de prueba y purificación, pero también de encuentro con Dios. Como indica el Catecismo, "la Iglesia revive en la actual etapa de su historia todos los aspectos de la travesía del desierto" (CIC 697), lo que hace de este libro una lectura especialmente relevante para nuestra vida espiritual.
"El Señor te ha llevado como un hombre lleva a su hijo, durante todo el camino que habéis recorrido hasta llegar a este lugar." (Deuteronomio 1,31)
5. Deuteronomio: La Renovación de la Alianza
El Deuteronomio (que significa "segunda ley") presenta los discursos de despedida de Moisés antes de su muerte, cuando el pueblo está a punto de entrar en la Tierra Prometida. En este libro:
- Se recapitula la historia de la salvación y se renueva la Alianza
- Se reinterpreta y actualiza la Ley para una nueva generación
- Se insiste en el amor a Dios y al prójimo como centro de la Ley
- Se presenta la elección entre la vida y la muerte, la bendición y la maldición
El Deuteronomio culmina con la muerte de Moisés, quien puede contemplar la Tierra Prometida pero no entrar en ella. Este conmovedor final subraya que la plena realización de las promesas divinas va más allá de lo que cualquier ser humano, incluso el más grande, puede alcanzar por sí mismo.
"Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas." (Deuteronomio 6,4-5)
La Unidad del Pentateuco: Un Gran Relato de Salvación
Aunque estos cinco libros presentan características y contenidos diversos, forman una unidad profunda que narra el inicio de la historia de la salvación:
- Creación y caída: Dios crea un mundo bueno, pero el pecado entra en él.
- Promesa y alianza: Dios elige a Abraham y promete bendecir a todas las naciones a través de su descendencia.
- Esclavitud y liberación: Dios libera a su pueblo de la opresión en Egipto.
- Alianza y ley: Dios establece una alianza con Israel en el Sinaí y le da la Ley.
- Prueba y fidelidad: Israel es probado en el desierto, entre la rebelión y la fidelidad.
- Promesa y esperanza: A las puertas de la Tierra Prometida, se renueva la esperanza en las promesas divinas.
¿Por Qué Leer el Pentateuco Hoy?
Leer el Pentateuco no es simplemente conocer textos antiguos, sino descubrir las raíces de nuestra fe y comprender mejor nuestra identidad como pueblo de Dios. Estas son algunas razones para acercarnos a estos textos fundamentales:
- Descubrir nuestros orígenes espirituales: El Pentateuco contiene los relatos fundacionales de nuestra fe.
- Comprender la historia de la salvación: Estos libros muestran cómo Dios actúa en la historia humana con amor y misericordia.
- Profundizar en la alianza: La alianza establecida con Israel prefigura la nueva y eterna alianza en Cristo.
- Conocer mejor a Jesús: Como Él mismo dijo, "Moisés escribió de mí" (Jn 5,46). Los evangelios están llenos de referencias al Pentateuco.
- Entender la liturgia: Muchos símbolos y ritos de nuestra liturgia tienen sus raíces en el Pentateuco.
- Encontrar sabiduría para la vida: Estos textos contienen profundas enseñanzas sobre la condición humana, la moralidad y la relación con Dios.
Claves para una Lectura Fructífera
Para que nuestra lectura del Pentateuco sea verdaderamente enriquecedora, conviene tener en cuenta algunas claves:
Leer a la luz de Cristo y la Iglesia
Como enseña el Catecismo, "el Antiguo Testamento es una parte de la Sagrada Escritura de la que no se puede prescindir. Sus libros son divinamente inspirados y conservan un valor permanente, pues la Antigua Alianza no ha sido revocada" (CIC 121). Sin embargo, debemos leerlos a la luz de Cristo y de la Tradición viva de la Iglesia.
Distinguir los géneros literarios
El Pentateuco contiene diversos géneros literarios: relatos míticos, narraciones históricas, códigos legales, poemas... Como indica el Concilio Vaticano II, para entender correctamente lo que Dios quiere comunicarnos, debemos atender a "lo que los autores querían decir y lo que Dios quería dar a conocer con sus palabras" (DV 12).
Considerar el contexto histórico y cultural
Estos textos fueron escritos en un contexto muy diferente al nuestro. Conocer el mundo del Antiguo Oriente Próximo nos ayuda a comprender mejor su mensaje y a distinguir entre el contenido permanente de la revelación y su expresión condicionada culturalmente.
Buscar el mensaje teológico y espiritual
Más allá de los detalles históricos o arqueológicos, debemos buscar el mensaje teológico y espiritual que estos textos nos transmiten: la creación como don de Dios, el pecado y sus consecuencias, la misericordia divina, la alianza como relación de amor...
Consejos Prácticos para Comenzar
Si nunca has leído el Pentateuco o te resulta difícil, aquí tienes algunos consejos prácticos:
- No intentes leerlo de corrido: Es preferible seleccionar pasajes significativos y leerlos con atención.
- Comienza por las grandes narraciones: La creación, Adán y Eva, Caín y Abel, Noé, la torre de Babel, las historias de los patriarcas, Moisés y el Éxodo...
- Utiliza una buena edición de la Biblia: Preferiblemente con introducciones y notas que te ayuden a comprender el contexto y el significado de los textos.
- Practica la Lectio Divina: Este método de lectura orante te permitirá no solo conocer los textos, sino encontrarte con Dios a través de ellos.
- Comparte tu lectura: La Biblia está hecha para ser leída en comunidad. Compartir tus descubrimientos, dudas y reflexiones con otros enriquecerá tu comprensión.
- Ten paciencia con los pasajes difíciles: Algunos textos pueden resultar desconcertantes o incluso perturbadores para la sensibilidad moderna. No los evites, pero busca ayuda para interpretarlos correctamente.
- Establece conexiones con el Nuevo Testamento: Observa cómo Jesús y los apóstoles citan e interpretan el Pentateuco, y cómo los evangelios establecen paralelos entre Moisés y Jesús.
Conclusión: Un Tesoro por Descubrir
El Pentateuco no es solo el inicio de la Biblia, sino el fundamento de toda la revelación posterior. En él encontramos las grandes verdades sobre Dios, el ser humano y la historia de la salvación que se desarrollarán plenamente en Jesucristo.
Como nos recuerda el Papa Francisco, "la Sagrada Escritura es la Palabra de Dios en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo" (Aperuit Illis, 9). Al acercarnos a estos textos con fe y apertura, nos disponemos a escuchar la voz de Dios que sigue hablándonos hoy.
Te invito, pues, a abrir la Biblia por sus primeras páginas y a dejarte guiar por el Espíritu Santo en este apasionante viaje a los orígenes de nuestra fe. Como dice el Salmo: "Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero" (Sal 119,105).
Guía Rápida del Pentateuco

Para Profundizar Más
- Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 121-130 (sobre el Antiguo Testamento)
- Constitución Dogmática Dei Verbum del Concilio Vaticano II
- Exhortación Apostólica Verbum Domini de Benedicto XVI
- Carta Apostólica Aperuit Illis del Papa Francisco
- Pontificia Comisión Bíblica, "La interpretación de la Biblia en la Iglesia" (1993)
Este artículo es solo una introducción al fascinante mundo del Pentateuco. Te invitamos a abrir la Biblia y descubrir por ti mismo las riquezas que estos textos sagrados contienen. Recuerda que ninguna explicación puede sustituir el encuentro directo con la Palabra de Dios.
"Desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo" (San Jerónimo)
Lectio Divina: La Alianza de Dios con Abraham - Un Llamado a la Fe
"El Señor dijo a Abram: «Sal de tu tierra nativa y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre y servirá de bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo»." (Génesis 12,1-3)
Introducción
En este pasaje del libro del Génesis, nos encontramos con uno de los momentos más decisivos de toda la historia de la salvación: el llamado de Dios a Abraham y el establecimiento de la Alianza. Este texto marca el inicio de la historia del pueblo de Israel y constituye la base del plan divino que culminará en Jesucristo.
Antes de comenzar nuestra Lectio Divina, preparémonos interiormente. Busquemos un lugar tranquilo, libres de distracciones. Respiremos profundamente y pongámonos en presencia de Dios. Podemos comenzar con esta breve oración:
"Señor, abre mis oídos y mi corazón para escuchar tu Palabra. Que el mismo Espíritu que inspiró estas palabras me ayude a comprenderlas y a vivirlas. Amén."
1. LECTIO (¿Qué dice el texto?)
Leamos nuevamente el pasaje, lentamente, saboreando cada palabra:
"El Señor dijo a Abram: «Sal de tu tierra nativa y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre y servirá de bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo»." (Génesis 12,1-3)
En este pasaje podemos identificar varios elementos importantes:
- Un llamado divino: Dios toma la iniciativa y llama a Abram (todavía no llamado Abraham).
- Una petición exigente: Dios le pide que deje su tierra, su parentela y la casa de su padre.
- Un destino incierto: "A la tierra que te mostraré" - Abram debe partir sin saber exactamente adónde va.
- Una promesa abundante: Dios promete a Abram descendencia, bendición, renombre y protección.
- Una promesa universal: La bendición no es solo para Abram y su descendencia, sino para "todas las familias del mundo".
El contexto de este pasaje es significativo. Después del pecado original, el diluvio y la dispersión de Babel (Gn 1-11), Dios inicia un nuevo capítulo en su relación con la humanidad, eligiendo a un hombre para formar un pueblo que será instrumento de su plan de salvación.
2. MEDITATIO (¿Qué me dice el texto?)
Reflexionemos ahora sobre lo que este texto nos dice a nosotros hoy. Algunas preguntas pueden ayudarnos:
- El llamado a dejar lo seguro y conocido: Como Abram, a menudo Dios nos pide que salgamos de nuestras "zonas de confort" - ¿Qué seguridades me pide Dios que abandone para seguirlo más fielmente?
- Caminar hacia lo desconocido: Abram partió sin saber exactamente adónde iba, confiando solo en la palabra de Dios - ¿En qué aspectos de mi vida necesito confiar más en Dios sin pretender tener todas las respuestas?
- De Abram a Abraham: Este llamado transformó a Abram ("padre excelso") en Abraham ("padre de multitudes") - ¿Cómo podría mi respuesta al llamado de Dios transformar mi identidad y mi misión?
- La bendición como vocación: Abram es bendecido para ser bendición para otros - ¿Cómo puedo ser "bendición" para quienes me rodean? ¿Reconozco que los dones recibidos de Dios tienen un propósito que va más allá de mí mismo?
- La universalidad de la promesa: La promesa de Dios no se limita a Abraham o a Israel, sino que se extiende a "todas las familias del mundo" - ¿Cómo vivo esta dimensión universal de la fe? ¿Reconozco que la fe no es para vivirla aisladamente sino en comunión con toda la humanidad?
Este pasaje nos recuerda que la fe es siempre un camino, un éxodo, un salir de nosotros mismos para responder a la llamada de Dios. San Pablo verá en Abraham el modelo de la justificación por la fe (Rm 4), y la Carta a los Hebreos lo destacará como ejemplo de quien "salió sin saber adónde iba" (Heb 11,8).
3. ORATIO (¿Qué le digo a Dios?)
Ahora es el momento de responder a Dios, que nos ha hablado a través de su Palabra. Podemos expresarle nuestros sentimientos, peticiones, agradecimientos o compromisos. Aquí hay algunas sugerencias, pero lo importante es que nuestra oración sea personal y sincera:
"Señor, como a Abraham, a menudo me llamas a salir de mis seguridades, de mis planes, de mis expectativas. Dame la fe y el valor para responder generosamente a tu llamado, aunque no vea claramente el destino."
"Dios de Abraham, Isaac y Jacob, reconozco las veces que he dudado de tus promesas o he querido asegurar mi futuro con mis propias fuerzas. Aumenta mi confianza en tu palabra y en tu fidelidad."
"Padre celestial, te agradezco por las bendiciones que has derramado en mi vida. Ayúdame a ser instrumento de esa bendición para los demás, especialmente para..." (podemos mencionar personas concretas)
"Señor, a veces me olvido de que tu plan de salvación abraza a toda la humanidad. Líbrame de toda estrechez de miras y ayúdame a colaborar en tu proyecto universal de salvación."
4. CONTEMPLATIO (Me dejo transformar)
En este paso, simplemente permanecemos en silencio ante Dios, dejando que su Palabra penetre en lo más profundo de nuestro ser. No se trata de hacer o decir, sino de estar receptivos a la acción transformadora del Espíritu.
Podemos repetir interiormente alguna frase del pasaje que nos haya impactado especialmente:
- "Sal de tu tierra..."
- "Haré de ti un gran pueblo..."
- "Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo..."
O simplemente contemplar la imagen de Abraham, el hombre de fe, poniéndose en camino hacia lo desconocido, confiando únicamente en la promesa de Dios.
5. ACTIO (¿Qué voy a hacer?)
La verdadera contemplación siempre conduce a la acción. ¿Qué pasos concretos puedo dar para poner en práctica lo que Dios me ha mostrado en esta oración?
Algunas posibilidades:
- Identificar una "tierra" que debo abandonar: ¿Hay algún hábito, relación o situación que me impide crecer espiritualmente y que debo dejar atrás?
- Dar un paso de fe: ¿Existe alguna decisión importante que he estado postergando por miedo o falta de confianza en Dios? ¿Qué primer paso puedo dar?
- Ser bendición para otros: ¿Cómo puedo compartir concretamente las bendiciones que he recibido? ¿Hay alguien que necesita especialmente mi ayuda, atención o tiempo?
- Ampliar mi visión: ¿Cómo puedo contribuir a la misión universal de la Iglesia? ¿Podría apoyar a las misiones, interesarme más por la Iglesia en otras partes del mundo, o rezar más por la unidad de todos los cristianos?
Conclusión
Terminemos nuestra Lectio Divina con una oración final:
*Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, que llamaste a nuestro padre en la fe a salir hacia lo desconocido, confiando únicamente en tu promesa, renueva en nosotros el don de la fe.
Danos el valor de abandonar todo lo que nos impide seguirte plenamente, y la confianza para caminar hacia donde tú nos guías, aunque no veamos claramente el destino.
Que seamos dignos herederos de la promesa hecha a Abraham, viviendo como bendición para quienes nos rodean y colaborando en tu plan de salvación que abraza a todas las familias de la tierra.
Por Jesucristo nuestro Señor, en quien todas tus promesas han encontrado su "sí" definitivo. Amén.*
Notas adicionales sobre el texto
Para enriquecer nuestra comprensión del pasaje, es útil conocer algunos datos contextuales:
- Contexto histórico: La narración sobre Abraham se sitúa alrededor del 1850 a.C., en la época patriarcal. Las tribus semitas realizaban movimientos migratorios desde Mesopotamia hacia Canaán.
- Significado teológico: Este pasaje marca el inicio de la "historia de salvación" propiamente dicha. Después de los relatos "prehistóricos" (Gn 1-11), comienza la historia de la Alianza con el pueblo elegido.
- Estructura literaria: La promesa a Abraham contiene tres elementos principales:
- Tierra (v. 1)
- Descendencia (v. 2a)
- Bendición (vv. 2b-3)
- Cumplimiento en Cristo: Para los cristianos, esta promesa encuentra su pleno cumplimiento en Jesucristo, descendiente de Abraham, por quien la bendición llega a todas las naciones (Gal 3,14).
- Eco en el Nuevo Testamento: San Pablo ve en Abraham el modelo del hombre justificado por la fe (Rom 4; Gal 3). La Carta a los Hebreos lo señala como ejemplo de fe: "Por la fe, Abraham, llamado por Dios, obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber adónde iba" (Heb 11,8).
"La fe es dar el primer paso, incluso cuando no ves toda la escalera." — Martin Luther King Jr. (Inspirado en la fe de Abraham)